La siguiente información es el analisis de Paola Zavala Saeb publicada en El Universal el 23 de mayo de 2009.
México: La campaña de los obispos
A la par del inicio de las campañas electorales, el EpiscopadoMexicano presentó su campaña para promover el voto y la participación ciudadana en las próximas elecciones "conformeal evangelio", así como el documento "No hay democraciaverdadera y estable sin participación ciudadana y justiciasocial".
En su mensaje, los obispos de México se proponen ofrecer criterioséticos para el voto responsable; sin embargo, resulta difícilpensar que cualquier asociación religiosa pueda, a partir de losdogmas de su fe y los intereses de su institución, promover el votosin hacer proselitismo a favor o en contra de algún candidato opartido político.
Recientemente se han aprobado distintas reformas legislativas como ladespenalizació n del aborto y las sociedades de convivencia en elDistrito Federal. En sentido opuesto, se discuten actualmente diversasiniciativas de ley, como las candidaturas a cargos de elecciónpopular de ministros de culto y la iniciativa sobre educaciónpública de carácter religioso. Frente a estos temas, la diversidadde la sociedad mexicana ha aflorado; las agrupaciones de carácterreligioso, los órganos de gobierno y una enorme variedad deorganizaciones civiles se han manifestado.
La injerencia de la Iglesia católica en estos temas ha sido evidente;por ejemplo, cuando se discutió en la Suprema Corte Justicia de laNación la constitucionalidad de la reforma hecha por la AsambleaLegislativa del Distrito Federal en relación a la despenalizació ndel aborto, miembros de la jerarquía católica se manifestaron encontra de esta ley del país y descalificaron a sus instituciones,como lo son la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y la SupremaCorte de Justicia de la Nación, y realizaron propaganda en contra delos partidos políticos que impulsaron esta reforma, violando loestablecido en la Constitución y en la Ley de AsociacionesReligiosas.
Los asuntos de carácter público sobre los que deciden los cargoselectos gubernamentales o legislativos van mucho másallá de los temas de estricto interés religioso. La promocióndel voto de la Iglesia católica, dirigida a sus 75 millones deseguidores, puede resultar determinante en la elección a favor de uncandidato o partido; si bien esto puede inclinar la balanza en temascomo el aborto, las candidaturas a cargos de elección popular deministros de culto y la iniciativa sobre educación pública decarácter religioso también pueden propiciar la injerencia de laIglesia en temas como la seguridad, el empleo, la política de drogas,el desarrollo, la salud, el presupuesto, el régimen fiscal, lapolítica exterior y el largo etcétera que conforma la agendapolítica nacional. Ello pondría en entredicho la laicidad delEstado, cuando una de las formas más graves de transgredir sunaturaleza es precisamente la intromisión de las iglesias en asuntosde carácter político que por virtud de ley corresponden a losórganos del Estado.
Los estados modernos tienen como principio indisociable de la democraciala laicidad del Estado y el reconocimiento a la pluralidad depensamiento y a la diversidad religiosa, entre otros aspectos, paragarantizar el progreso basado en la educación y la ciencia.
El principio histórico de la separación del Estado y las iglesiastiene rango constitucional; dicha separación es condiciónfundamental de la conformación política y jurídica del Estadomexicano, que establece un régimen social de convivencia cuyasinstituciones políticas estén legitimadas principalmente por lasoberanía y no por elementos de cohesión religiosa. Por eso esimportante cuestionarse si corresponde a las iglesias promover el voto.
La concepción del Episcopado Mexicano de promoción del voto sebasa en elementos morales circunstanciales; principios dogmáticos deuna institución única que no necesariamente son compartidos portodas las asociaciones religiosas, partidos políticos e individuos dela sociedad, de ahí que su injerencia puede provocar una desventajapara aquellos que no comulgan con los principios de la Iglesia,generando condiciones de inequidad, sobre todo si tomamos en cuenta el alto número de potenciales electores católicos en México.
En todo caso, corresponde, de oficio y alejada de posicionespartidistas, a la Secretaria de Gobernación por conducto de suDirección de Asociaciones Religiosas defender la observancia delEstado laico y garantizar un proceso electoral que no parta de posturasmorales basadas en doctrinas religiosas.

Comments

0 Response to 'LA CAMPAÑA ELECTORAL 2009 DE LOS OBISPOS'